Hace como una semana me quede dormida en el piso de la que era mi habitación, creo que hasta ese día no me había entrado la melancolía de ver todas mis cosas guardadas en cajas y que esta nueva situación civil convierta todo lo que me parece útil, necesario y feliz en meramente mugrero acumulado, innecesario y estorboso.
abrí mis ojos y ahí estaba mi pared.. cuantas horas pasaba repasando los pensamientos que había escrito.. todos robados de poemas, películas y canciones.. y se sentía tan bien, sentía el calor de saberme entendida por un grupo de desconocidos. Mi tele, mis calcamonias en la pared, mi pared rosa, mis posters y un mundo de papeles que son testigos de un mundito de aventuras, mis fotografías, mi baúl, mis libros, mis lamparas, mis velas, mis muñecos, mi ropa, collares, bandas para el cabello, pulseras, bolsas.. podría hacer un bazar con muchas cosas para ver pero con nada para comprar…
El orden del CAOS
Allí Gonzo era el Rey…
Entre las cosas que siento que me hacen falta esta mi amada y anacada sabana de leopardo
Mi cuarto era un lugar simple, diseñado cuidadosamente por mi subconsciente
Diseñado también a pulso de regalos y de baratijas que me encontraba en el camino. Ahí había todo para hacer sentir como en casa a cualquier Sailo_Casiopea.
Libros…
Cine.. Presente.
La luz del sol entraba despacito despacito por la mañana y a las 4 de la tarde, en su momento mas glorioso del día, ahogaba la habitación para después morirse detrás del cerro. En ese momento pensaba: La luz es como el agua.
Se podían ejercer las actividades preferidas.. escuchar música toda la tarde acostada en la cama, leer libros, dibujar, mirar películas, series, estudiar…
Yo se que sienten los pajaritos cuando duermen en su nidito, cuando escogen las ramitas y las acomodan.. mi cuarto no era bonito, ya se.. pero era mi casita.. lo único que puede considerar hasta la fecha «mio, mio de moi» …