Que felices somos cuando somos felices…

Hay una gran probabilidad de que si somos amig@s un día yo te haga un pastel, te organice una fiesta grande o pequeña y busque decorar todo con aquellas cosas que se que amas. Un pastel no significa nada por si mismo pero bien sirve de asterisco, una señal ortográfica para remarcar el momento que se vive, para que las alegrías y los logros no pasen inadvertidos en el mar de acontecimientos que llamamos vida.

La vida es hoy y tu vida es todas esas personas que dejas que entren en ella, las pequeñas cosas que a ellas les pasa y los momentos que para bien o para mal sacuden sus vidas. Cuando dejas que la gente entre en tu vida en forma de amigo esas cosas se entremezclan con tus propios asuntos. No solo eso, la vida es aquello que haces por la gente que dices amar… Y aunque un pastel no es mucho, yo siempre me dejo hipnotizar por la alegría que prorrumpe alrededor de un pedazo de harina y crema.

Bien entiendo que Fito Paez tenia razón cuando dijo que «nadie nos prometio un jardín de rosas, hablamos del peligro de estar vivos» Pero… ¿Qué hay de sembrar hoy amor y cosechar sus flores la próxima estación?